Los sabores de Marruecos y Siria en Madrid

Una cosa que te estás perdiendo al leer este artículo es el olor de la asombrosa comida que cocinó la talentosa cocinera marroquí Rachida. Créeme, te estás perdiendo mucho. Pero empecemos por el principio.


Rachida se mudó a Siria con su esposo, pero más tarde fue obligada a dejar el país con él y sus cuatros hijos. Primero se fueron a Alemania, pero más tarde su familia decidió trasladarse a España, concretamente a Madrid. Pese a que lleva viviendo en España tan solo desde septiembre de 2017, ya habla un español muy fluido. Pudo dirigir la clase de cocina y hablar con los participantes libremente.

Un tranquilo domingo de septiembre Rachida fue al lugar del evento, el Gabinete de Historia Natural. Iba acompañada de su hijo mayor, quien parecía muy tímido pero orgulloso del trabajo de  su madre. El Gabinete de HIstoria Natural es un espacio precioso que ahora es usado como espacio de cotrabajo para cualquiera que quiera sumergirse en su trabajo en el centro de Madrid, anteriormente fue usado como un pequeño museo. Actualmente está lleno de libros, cuadros, y te puede recorder mucho a una clase de biología muy creative.

La apacible voz y placentera sonrisa de Rachida hicieron que todo el mundo se comprometiera y entusiasmara. El grupo era pequeño y acogedor, y los asistentes podían preguntar libremente sobre el proceso de elaboración de la comida. Así que, ¿qué hay en el menu?

Si alguna vez has visitado Marruecos o un restaurante marroquí esto hará que suene la campana. Para los principiantes, había un delicioso Mutabal, sus ingredientes son berenjena, ajo y zumo de limón, y tomate para decorar esta pequeña obra maestra. «Se trata de los detalles» dijo Rachida asintiendo.

¿Parece fácil? Bueno, no lo es si quieres que sepa bien y se vea bien. Los movimientos rápidos de Rachida y su perfecta actuación, se puede decir que se consigue con años de experiencia.

El Mutabal fue seguido del Fattoush – originalmente una ensalada de pan libanesa hecha con trozos tostados o fritos de pan árabe plano combinado con una mezcla de verduras, como por ejemplo rábanos y tomates. Rachida hizo el plato de la forma tradicional marroquí, que incluye judías y nueces como decoración.

Jerry Lean, de Estados Unidos, compartió: «Empecé a seguir a Madrid for Refugees en Facebook, el evento me apareció de pronto, estuvo muy interesante, y me gustaría hacer más actividades como esta. No me gusta cocinar pero lo tengo que hacer y me gusta cuando alguien me enseña como hacerlo. Hoy fue muy interesante».

El amigo de Jerry, Alex Berney, añadió: «Es estupendo si puedo aprender algo nuevo y delicioso y a la vez ayudar a una buena organización. Intentaré cocinar alguno de los platos que hemos aprendido a hacer hoy en casa».

Y por ultimo, pero no menos importante, Tajine de pollo con aceitunas, decorado cuidadosamente con nueces. El Tajine fue el primer plato que comenzó a cocinar el grupo, fue el más largo de prepara, pero, ¡oh, el olor! El pollo es la fuente principal de proteínas, bañado en una mezcla de especias del norte de África – canela y cilantro, curcuma, jengibre en polvo y cardamomo – combinado con tomates, azafrán, y un poco de caldo. Los limones y las nueces conservados son añadidos al final. La clave para cocinar este plato es añadir todas las especias especiales marroquíes, y Rachida sabe exactamente la cantidad justa y las proporciones exactas que hay que añadir. ¡Desde la distancia parecen pociones mágicas!

Isabel, de Chile/chilena, quien lleva viviendo en Madrid desde hace quince años, le ha encantado la clase: «He venido a esta clase porque tiene un concepto muy interesante. Todos vivimos aquí en Madrid, pero venimos de muchísimas partes del mundo, y hay muchas cosas nuevas que podemos aprender los unos de los otros. A mí me gusta cocinar pero no lo hago muy a menudo, hoy he aprendido cosas nuevas y he hecho algo muy divertido.

No podrás probar estos platos, y te perderás mucho, créeme, pero tienes la oportunidad de poder venir a los futuros eventos de Madrid for Refugees, solo tienes que estar atento a los avisos de las redes sociales, y, en caso de que te preguntes por qué, aquí está la razón de Juanfran Velasco, el Coordinador de Eventos de Madrid for Refugees: «En medio de la “crisis migratoria”, deseamos fomentar los valores de la comida con el objetivo de estar en contra de los prejuicios y los peligrosos estereotipos usados en contra de los refugiados, dando a los refugiados cocineros acceso a las clases para que muestren sus talentos, mientras le damos la oportunidad a todo el mundo de descubrir tradiciones culinarias de otros países».

Hemos trabajado con refugiados de Venezuela, Sudán, Siria… y desde el principio hemos estado al mismo nivel. No importa cuál es nuestra lengua porque hablamos sobre comida, y usamos otra lengua: la gastronomía. No hay barrera, no hay nada que nos impida seguir para adelante. La comida es universal y la mejor manera de acercarnos unos a otros. Si el mundo optara por la simplicidad en lugar de las complejidades políticas, las cosas irían mejor».

Bon appetite!