Anoche a las 22:00, el Chef Pierre T. todavía recibía sus invitados, estrechándose la mano, y respondiendo a sus preguntas sobre las características de los platos que les había fabricado. Había sido un día largo. Empezó por la madrugada con una conferencia de la ACNUR durante la cual dio un discurso (¡y conoció a Jesús Vázquez!) y participó en múltiples entrevistas con la prensa. Luego echó horas preparando la cena de esa noche y, finalmente, añadió los últimos toques a todos los platos antes de enviárselos a mesas llenas de comensales curiosas y expectantes. No obstante, Pierre mantuvo su paciencia y amabilidad y su sonrisa relajada y auténtica. Su pasión para su trabajo era evidente no únicamente a través de la comida que había preparado sino también a través del esfuerzo que echó para crear una experiencia memorable para sus invitados.
Esta fue la noche de estreno de la semana del Refugee Food Festival de Madrid y, gracias a Pierre y al trabajo de muchos voluntarios, fue un éxito tremendo.
El evento comenzó en El Mandela, un restaurante sin ánimo de lucro cuyo objetivo se alinea perfectamente con el trabajo de MFR. El Mandela ofrece un programa de artes culinarios y hospitalidad, que dura entre seis meses y tres años, para inmigrantes africanos que viven en Madrid. El objetivo de este proyecto social es proporcionarles a estos hombres y mujeres las destrezas y la experiencia necesarias para encontrar trabajo bien remunerado de jornada completa, en vez de múltiples trabajos inestables de media jornada. Todos los beneficios del restaurante sirven para ayudar directamente a los trabajadores mismos, aportándoles acceso a una variedad de nuevos conocimientos y muchas oportunidades para formación.
Después de tanta anticipación, la cena de Pierre no le decepcionó a nadie, sino que superó las expectativas. Auxiliado por su compatriota camarunés Chef Martín y los camareros de El Mandela, Pierre sirvió variaciones de la gastronomía tradicional de su país con un toque español, destacando la destreza técnica que desarrolló mientras estudiaba en una escuela culinaria aquí en Madrid. El menú incluyó albóndigas enrolladas en pasta filo y bañadas en una salsa cremosa de cacahuate; tres variedades de croquetas hechas de malanga, cocodrilo con mango (ingeniosamente apodado “croco-quetas”), y zebra con papaya; pescado remojado en la deliciosa salsa Mbongo, hecho con corteza de árbol ahumada; y de postre, una tarta y un refrescante helado de cactus.
El proyecto “Chefugee” de MFR, el restaurante El Mandela, y el Refugee Food Festival internacional son todos impulsados por una visión compartida: cuestionar estereotipos, informar sobre la situación de los refugiados de manera digna y festiva y reunir a la gente para disfrutar unas comidas deliciosas. Los talleres de cocina ofrecidos por “Chefugee” nos dan la oportunidad de subirnos las mangas y aprender directamente de chefs refugiados. El responsable de El Mandela me explicó por qué les importa tanto que los chefs aprendices trabajan también como camareros. Les facilita contacto directo con los clientes y les posibilita la oportunidad de contar sus propias historias, ya que demasiado a menudo es una persona ajena que las cuenta. El Refugee Food Festival, que actualmente está teniendo lugar en 16 ciudades del mundo, se esfuerza incansablemente para hacer más comunes estas conexiones entre chefs como Pierre y los madrileños curiosos que vinieron a probar su comida.
Hay que decir que los eventos del festival pueden ser igual de significativo y potente para los chefs como para los comensales. Como dijo Pierre durante la rueda de prensa, “Cocinar es como volver a casa, a mi madre y mi abuela.” El festival les aporta a estos chefs talentosos la oportunidad de compartir unas de sus recetas más queridas mientras honrar a la gente y las tradiciones que las han mantenido a lo largo de los años. Celebra la belleza que demasiado a menudo se encuentra eclipsada por la adversidad y la dificultad. Y a nosotros nos ilumina esa belleza para que todos la podamos disfrutar.
Refugee Food Festival – Website and Facebook
Escrito por Danielle Jacques
Traducido por Anna Krainc
Fotografía por Jane Mitchell
