Cruzando fronteras con Chefugees de Ucrania

En muchas ocasiones no somos conscientes de que aquellas personas, que nos cruzamos durante el día, tienen una profunda historia que contar y que nosotros aún no conocemos.

La crisis de los refugiados se ha convertido en un tópico que impregna las conversaciones diarias a nivel mundial. Pudiéndose convertir para aquellos que no nos afecta de primera mano, en simplemente una situación mundana. Pero está muy lejos de ser algo mundano, y por el contrario se encuentra más cerca de lo que uno cree.

La tercera cena que se organiza, bajo el nombre de Chefugee, una vez más rompió con tabúes y cruzó fronteras territoriales y culturales, trayéndonos un grupo de maravillosas personas de 12 países diferentes para compartir una deliciosa comida casera.

En mi caso, fue la primera vez que iba a Chefugee y no estaba segura de lo que me esperaba. Encontré por casualidad un post de blog acerca de Madrid for Refugees (MFR) y su evento Chefugee, que se había celebrado el pasado verano. Mi búsqueda coincidió cuando estaba investigando acerca de la historia de mi abuela: ella había vivido en su infancia la Invasión de Japón de Hong Kong durante la Segunda Guerra Mundial y consecuentemente años más tarde, decidió trasladarse a los Estados Unidos, en busca de una mejor vida. Quería saber cuando sería la próxima cena, porque podía ser la oportunidad ideal para conocer más personas e historias parecidas a la de mi abuela.

Natalia Tsivenko y Natalia Oleksovych
Natalia Tsivenko y Natalia Oleksovych

Esa noche, las dos Chef que compartieron su experiencia culinaria e historias fueron Natalia Tsivenko y Natalia Oleksovych, originarias de Ucrania, asistidas por el Chef Sirio Khaled al-Dieri. Con sus contagiosas sonrisas, cocinaron sin descanso, transmitiendo toda su pasión en su comida.

La mayoría de los invitados llegaron antes de la hora fijada en el evento, y pocos de los presentes se conocían entre ellos. Pero la energía y el ambiente que se respiraba era muy acogedor. Dentro de nosotros, éramos conscientes de que compartíamos una causa común, que era ayudar a las personas que lo requerían a establecerse en un nuevo hogar.

Cuando ya todos llegaron, los invitados fueron sentándose. Después de una breve introducción acerca de que era MFR y el evento de Chefugee, los “Chefugees” se presentaron, invitando a los presentes a degustar sus platos, que eran parte de su vida cotidiana.

La energía era muy positiva, con cada uno sumergido en la experiencia y en la conversación que estaba teniendo. El hecho de encontrarte con gente de tan diversos bagajes ya era de por sí fascinante. Como viajadora, personalmente disfrutaba escuchando las historias y experiencias personales que me contaban. A pesar de las tragedias que vivían en sus países, eran conscientes de la alegría de poder encontrar otras personas que no habrían conocido en circunstancias cotidianas. Y en mi caso, el tener la oportunidad de dialogar con ellos, me hacía comprender la importancia de eventos como la cena de Chefugee, por su multitud de facetas solidarias.

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Comida casera ucraniana

Una de ellas era claramente ayudar a los refugiados a establecer sus vidas aquí, apoyándoles en su completa integración en una nueva cultura y ambiente. Aquí tienen la posibilidad de contar sus historias y ser escuchados. Además se generaba una mayor concienciación de lo que está pasando actualmente en el mundo.

Y sobretodo una sensación de vivir en un mundo más humano.

Antes de pasar al postre, las dos Chefs Natalias salieron y compartieron sus historias de como llegaron a España. Fue fascinante para mí escuchar sus historias de coraje y perseverancia, y de darme cuenta de que a pesar de todo lo que habían pasado, sonreían habitualmente. Y no sólo esto, el hecho de que contasen sus historias de una manera tan abierta, me hizo pensar lo valientes que eran.

Acabada la cena, muchos de los que habían asistido dieron un cálido abrazo a las dos Chefs por haber compartido su experiencia. La cena había sido un éxito absoluto y viendo ya su final, fue muy grato ver a la gente despidiéndose como viejos amigos.

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Amigos de Chefugee

Sobre la autora
Nina Lee es ante todo una apasionada del chocolate y una Budista. Su objetivo vital es vivir una vida creativa y de encanto, para ello va viajando escribiendo historias acerca de sus experiencias y la gente que se va encontrando por el camino. Con la esperanza de que volvamos a nuestra humanidad pura, ella comparte sus historias en su blog WorldintoWords.

[Fotografía: Jane Mitchell]