Curvando la deserción de clase en personas desplazadas forzosamente: Experiencias desde Madrid For Refugees

Curvando la deserción de clase en personas desplazadas forzosamente: Experiencias desde Madrid For Refugees

Escrito por Hugo Jovel, Madrid For Refugees (publicación traducida automáticamente de inglés a español. Ver original en inglés)

Los retrasos administrativos y de procesamiento en los países anfitriones pueden dejar a las personas que sufren desplazamiento forzado (FDP, por sus siglas en inglés) en el limbo, sin poder acceder a los sistemas educativos, oportunidades de empleo y capacitación laboral, lo que resulta en una pérdida de habilidades, confianza y autoestima. estima (Morrice, 2012). Las necesidades educativas específicas, como la falta de habilidades digitales, pueden dificultar aún más la integración de los FDP en las sociedades anfitrionas, considerando cómo se confía en las tecnologías de la información para las tareas cotidianas, como encontrar una dirección, hablar con familiares y acceder a servicios bancarios.

Ya a finales de 2019, antes del estallido de la pandemia del COVID-19, Madrid For Refugees puso en marcha un programa de alfabetización digital dirigido a los PVD adultos de la zona. El programa piloto estaba formado por tres estudiantes con formación, experiencia y conocimientos tecnológicos diversos. Las 12 sesiones se centraron en la transferencia de conocimientos sobre el uso de teléfonos inteligentes al uso de ordenadores de sobremesa, un escenario probablemente habitual, ya que la investigación académica ha demostrado que muchos PDC pueden utilizar teléfonos inteligentes. Sin embargo, ejecutar aplicaciones y tener un dispositivo móvil como único medio para acceder a Internet puede dar lugar a un conocimiento fragmentado que no puede hacer frente a habilidades de resolución de problemas digitales más complejas (Potocky, 2021).

Durante los cursos piloto, los diversos niveles de competencia de los estudiantes se hicieron patentes desde el principio y, por tanto, resultaron problemáticos a la hora de abordar la retención. Encontrar un equilibrio para la clase significaba que las revisiones de los planes de clase eran constantes, ajustándose a los avances de un alumno para mantener su interés mientras se atendía a las dificultades de otro, asegurándose de que no se quedaba atrás. Una de las herramientas que mejoró el compromiso fue hacer que el alumno más avanzado explicara o dirigiera un ejercicio. Al adoptar un papel participativo más activo, el alumno duplicó su nueva destreza al tiempo que ayudaba a los demás a alcanzar los siguientes niveles del curso. Por supuesto, este compromiso depende en gran medida de la química del grupo.

Nuestros cursos de alfabetización digital se imparten en español, y recomendamos a los estudiantes que tengan al menos un nivel A2/B1 de español para inscribirse. No obstante, también identificamos las barreras lingüísticas como una posible lucha para los índices de retención, especialmente cuando uno de los estudiantes no comparte otro idioma común con el resto del grupo. Aunque estos estudiantes estuvieron presentes de forma activa durante la clase y tuvieron una buena disposición general durante el curso, la conversación informal con el resto del grupo fue difícil, abriendo sentimientos de aislamiento.

Aunque superar las posibles barreras lingüísticas durante la clase puede resultar especialmente difícil mientras se avanza en las lecciones, fomentar la interacción y hacer preguntas para que todos los alumnos participen en las actividades puede ayudar a crear un sentimiento de compañerismo. Los organizadores también pueden seleccionar grupos que tengan en cuenta las posibles dificultades lingüísticas, asignando juntos a los alumnos con idiomas comunes.

Según nuestra experiencia, una cuidadosa atención durante la captación de estudiantes también puede ayudar a curvar la deserción en clase. Los FDP suelen estar ansiosos por inscribirse en los cursos; sin embargo, los conflictos de horarios son la causa más común de deserción estudiantil en todos nuestros programas. Independientemente de su interés, pueden primar las oportunidades espontáneas, como el empleo estacional, la reubicación y otros talleres o programas de formación. Aunque es imposible controlar todas las situaciones posibles, una selección cuidadosa de los candidatos puede ayudar a mitigar los conflictos de programación a mitad de curso. También es primordial una comunicación clara con los candidatos o los asistentes sociales durante la contratación, detallando la duración de los cursos, los horarios de las clases y las fechas de finalización, y explicando que las plazas son limitadas y requieren un compromiso serio. También hemos establecido una política según la cual los estudiantes suspenden los cursos después de tres faltas de asistencia injustificadas. Aunque flexible en la práctica, esta política ha contribuido a transmitir la idea de que la inscripción implica compromiso y que los recursos de la organización y el tiempo de los voluntarios están bien empleados.

La deserción en clase puede afectar a otros estudiantes, a los compromisos de voluntariado y a los objetivos de la organización. Trabajar con los PDC requiere flexibilidad y rapidez mental. El intercambio continuo de prácticas entre organizaciones puede ayudar a afinar las políticas internas y a mitigar problemas comunes.

Referencias

Morrice, L. (2013). Aprendizaje y refugiados: Reconociendo el lado más oscuro del aprendizaje transformador. Adult Education Quarterly, 63(3), 251-271. https://doi.org/10.1177/0741713612465467

Potocky, M. (2021). El papel de las competencias digitales en la integración de los refugiados: A State-of-the-Art Review. The International Journal of Information, Diversity and Inclusion 5(5), 69-108. https://doi.org/10.33137/ijidi.v5i5.37514